Carlos Pallas Rodríguez | Arquitecto

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Normativa contra incendios en edificios residenciales en España: Guía completa para garantizar la seguridad!

En España, la seguridad contra incendios en edificios residenciales se regula mediante un conjunto de normativas que tienen como objetivo prevenir, detectar y controlar los incendios, además de garantizar la evacuación segura de los ocupantes en caso de siniestro. El principal marco regulador es el Código Técnico de la Edificación (CTE), complementado por el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI) y otras normativas específicas sobre instalaciones eléctricas y de gas.

El Código Técnico de la Edificación (CTE) y su aplicación a la seguridad contra incendios

El CTE establece los requisitos básicos para la construcción de edificios, incluyendo aspectos de seguridad, habitabilidad y accesibilidad. En cuanto a la seguridad contra incendios, el CTE incluye el Documento Básico de Seguridad en Caso de Incendio (DB-SI), que establece las condiciones para proteger a los habitantes de los edificios, minimizando el riesgo de propagación del fuego y asegurando una evacuación eficiente.

Una de las prioridades del CTE es garantizar que los edificios sean capaces de evacuar a sus ocupantes de forma rápida y segura. Esto implica que los edificios deben contar con rutas de evacuación bien señalizadas, accesibles y libres de obstáculos. En los edificios de varias plantas, como los bloques de apartamentos, las escaleras deben ser amplias y contar con pasamanos resistentes. Además, las puertas de evacuación deben abrirse hacia el exterior y sin necesidad de herramientas para permitir una salida rápida en caso de emergencia.

Además de la evacuación, el CTE regula la resistencia al fuego de la estructura del edificio. Los materiales de construcción deben ser resistentes al fuego para evitar que el incendio se propague rápidamente. Las paredes, techos y suelos que separan las viviendas o los compartimentos dentro del edificio deben tener una resistencia mínima de 30 minutos en viviendas unifamiliares y 60 minutos en edificios de varias plantas. La compartimentación, es decir, la división del edificio en áreas resistentes al fuego, es fundamental para evitar que el incendio se extienda rápidamente y permitir la evacuación segura.

El CTE también establece que los edificios deben contar con instalaciones de protección activa contra incendios, como sistemas de detección y alarma, que permitan alertar a los residentes en caso de emergencia. En edificios de varias plantas, es obligatorio instalar detectores de humo, y en algunos casos, un sistema de alarma centralizado. Además, en edificios más altos, la instalación de sistemas automáticos de extinción, como los rociadores automáticos, se puede requerir para reducir la propagación del fuego.

El Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI)

El RIPCI, aprobado por el Real Decreto 513/2017, regula las instalaciones y equipos necesarios para detectar, controlar y extinguir incendios en los edificios residenciales. Este reglamento establece los requisitos para la instalación, el mantenimiento y la inspección periódica de sistemas de protección, como detectores de humo, rociadores automáticos y extintores portátiles. Además, determina la cantidad mínima de extintores necesarios según el tamaño del edificio y las características del inmueble.

Otros reglamentos y normativas complementarias

Además del CTE y el RIPCI, existen otros documentos que contribuyen a mejorar la seguridad contra incendios en los edificios residenciales. El Real Decreto 2267/2004 regula la seguridad contra incendios en edificios industriales y residenciales, estableciendo las condiciones de protección que deben cumplir los edificios para prevenir incendios y garantizar la evacuación. Este reglamento establece que los edificios deben contar con la resistencia estructural suficiente para resistir el fuego durante el tiempo necesario para la evacuación de los ocupantes.

Por otro lado, las normas UNE y el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT) regulan aspectos técnicos como la instalación de sistemas de detección, alarma y extinción de incendios, así como las instalaciones eléctricas en los edificios para prevenir incendios derivados de fallos eléctricos. Además, la normativa RITE establece los requisitos para la correcta instalación y mantenimiento de los sistemas de gas en los edificios, con el fin de evitar riesgos de incendio o explosión.

Medidas contra incendios en viviendas unifamiliares

Las viviendas unifamiliares, debido a su menor altura y complejidad, tienen una normativa algo más flexible en cuanto a medidas de seguridad contra incendios. No obstante, esto no significa que no haya requisitos importantes. En primer lugar, las viviendas deben contar con puertas de salida fácilmente operativas, y si tienen más de una planta, las escaleras deben ser accesibles y libres de obstáculos. En cuanto a la resistencia al fuego, los materiales de construcción deben tener una resistencia mínima de 30 minutos al fuego.

Aunque no es obligatorio instalar sistemas automáticos de extinción en viviendas unifamiliares, sí se recomienda la instalación de detectores de humo y extintores portátiles en zonas de riesgo como la cocina o el garaje. Además, las instalaciones eléctricas deben cumplir con el REBT y las instalaciones de gas deben seguir las normativas del RITE para evitar incendios derivados de fallos en estos sistemas.

Cambios importantes en la normativa tras grandes incendios

A lo largo de los años, grandes incendios como el de la Torre Windsor en Madrid (2005) y la Torre Grenfell en Londres (2017) han puesto en evidencia algunas deficiencias en las normativas de seguridad contra incendios, especialmente en edificios de gran altura. Estos incidentes han provocado una revisión y modificación del CTE para mejorar la protección contra incendios en los edificios.

Cambios tras el incendio de la Torre Windsor (2005)

El incendio de la Torre Windsor fue un punto de inflexión en la normativa sobre seguridad en edificios altos. Este incendio, que dañó gravemente la estructura del edificio, mostró la necesidad de mejorar la protección estructural contra incendios. Como resultado, se revisaron las exigencias de resistencia al fuego de los materiales, en particular las estructuras metálicas, y se aumentaron las exigencias de recubrimientos ignífugos para garantizar que las estructuras pudieran mantenerse estables durante el tiempo necesario para evacuar a los ocupantes.

También se introdujeron medidas más estrictas en las rutas de evacuación, buscando asegurar que las salidas estuvieran libres de obstáculos y fueran accesibles, especialmente en edificios de gran altura. Se pusieron nuevas normas sobre la ubicación y características de las escaleras de evacuación, para mejorar la seguridad en los edificios altos.

Cambios tras el incendio de la Torre Grenfell (2017)

El incendio en la Torre Grenfell tuvo un impacto aún mayor en las normativas internacionales, incluida la española. En respuesta, el CTE se revisó para prohibir el uso de materiales combustibles en las fachadas de edificios de gran altura, como los paneles de aluminio, que contribuyeron a la rápida propagación del fuego en Grenfell. Ahora, el CTE exige el uso de materiales no combustibles o con baja propagación de llama para las fachadas exteriores, y se revisaron las especificaciones para los sistemas de aislamiento térmico, con el fin de evitar que el fuego se propague a través de estos materiales.

También se mejoraron los sistemas de detección y alarma para asegurar que todos los residentes pudieran ser alertados de manera eficaz, incluso las personas con movilidad reducida o dificultades auditivas. Además, se incrementó la presión para instalar sistemas de rociadores automáticos en edificios de más de 20 metros de altura, donde su presencia puede marcar una gran diferencia en la prevención de la propagación del fuego.

Finalmente, se reforzó la compartimentación del fuego en los edificios, exigiendo mayores exigencias en cuanto a las puertas cortafuego, las particiones resistentes al fuego y la creación de compartimentos que impidan la propagación del incendio a otras zonas del edificio.

Espero que esta información te haya sido útil, y te animo a seguir atento, ya que cada día publicaré un nuevo artículo con temas relacionados que podrían ser de tu interés.

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