Carlos Pallas Rodríguez | Arquitecto

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Justificación del CTE DB-HE0 y HE1 en la Reforma de una Vivienda Unifamiliar!

En la reforma parcial de una vivienda unifamiliar es fundamental evaluar el alcance de las exigencias del Código Técnico de la Edificación (CTE), en particular los Documentos Básicos HE0 (Limitación del consumo energético) y HE1 (Condiciones para el control de la demanda energética). Estas normativas establecen los requisitos que deben cumplir las edificaciones para garantizar su eficiencia energética, minimizando el consumo y optimizando el confort térmico interior.

La aplicación de estas exigencias en intervenciones de rehabilitación depende del alcance y naturaleza de las actuaciones previstas. En este caso, la reforma incluye la mejora térmica de la fachada mediante la incorporación de un trasdosado interior con aislamiento, así como la renovación parcial de un forjado. No se contemplan modificaciones en la cubierta ni en las carpinterías exteriores, lo que influye en el nivel de justificación normativa requerido.

Dado que la rehabilitación energética de edificios existentes está sujeta a criterios específicos en función del grado de intervención, es imprescindible analizar cómo estos cambios afectan al comportamiento térmico global de la vivienda y qué obligaciones normativas derivan de ello. Además, la metodología de cálculo y justificación debe adaptarse a las características de la reforma para cumplir con la normativa vigente sin incurrir en sobrecostes innecesarios ni en soluciones desproporcionadas.

Determinación del Porcentaje de Intervención

El primer paso es calcular qué porcentaje de la envolvente térmica total se ve afectado por la reforma. La La envolvente térmica de un edificio está compuesta por todos aquellos elementos constructivos que delimitan los espacios habitables y que separan el interior del exterior o de zonas no acondicionadas. Su función principal es controlar el intercambio de calor entre el interior y el entorno, garantizando un adecuado confort térmico y reduciendo las pérdidas energéticas.

Entre los elementos que conforman la envolvente térmica se encuentran las fachadas, incluyendo tanto los cerramientos opacos como los huecos acristalados. Estos últimos juegan un papel fundamental en el comportamiento energético del edificio, ya que influyen tanto en la entrada de radiación solar como en la transmisión de calor con el exterior.

Las cubiertas también forman parte de la envolvente térmica, siendo un punto crítico en el control de la demanda energética. Su correcta ejecución y aislamiento resultan esenciales para minimizar las pérdidas de calor en invierno y evitar el sobrecalentamiento en verano.

Otro elemento relevante son los suelos en contacto con el terreno o con espacios no habitables, como garajes o sótanos sin acondicionar. En estos casos, es necesario evaluar el aislamiento térmico para evitar la transmisión de frío desde el subsuelo y mejorar la eficiencia energética del conjunto.

Las particiones interiores que separan zonas habitables de espacios no acondicionados también deben considerarse dentro de la envolvente térmica. Estas pueden incluir muros que delimitan con garajes, trasteros o patios interiores no climatizados, siendo clave su correcto aislamiento para evitar pérdidas energéticas.

En el caso de edificaciones adosadas, las medianeras que separan viviendas contiguas pueden desempeñar un papel relevante en la envolvente térmica, especialmente si hay diferencias en las condiciones de climatización entre los inmuebles colindantes.

Para este caso concreto, el cálculo energético se centra en la superficie de la fachada trasdosada y en la parte del forjado renovado. Estos elementos se analizan en relación con la superficie total de la envolvente térmica para determinar su impacto en el comportamiento energético global de la vivienda y evaluar el grado de cumplimiento de las exigencias normativas.

Aplicabilidad del DB-HE1 según el Porcentaje de Intervención

Intervención Inferior al 25%

Cuando la intervención afecta a menos del 25% de la envolvente térmica, la exigencia principal del Documento Básico HE1 (Condiciones para el control de la demanda energética) se centra en garantizar que los elementos modificados cumplan con los valores límite de transmitancia térmica establecidos en la normativa vigente.

En primer lugar, es imprescindible verificar que la transmitancia térmica de los elementos intervenidos no supere los valores Ulim especificados en la tabla 3.1.1.a del DB-HE1. Esta tabla establece los valores máximos permitidos en función de la zona climática y del tipo de elemento constructivo, asegurando que las mejoras introducidas en la rehabilitación contribuyan a la eficiencia energética del edificio sin generar descompensaciones térmicas.

Si la intervención incluye la modificación de huecos, como ventanas o puertas exteriores, se debe justificar el cumplimiento de los valores de permeabilidad al aire (Q100). Este parámetro es crucial para minimizar infiltraciones no deseadas que podrían afectar negativamente al comportamiento térmico de la envolvente y aumentar las pérdidas energéticas.

Además, en los casos en los que se actúe sobre particiones interiores en contacto con espacios no acondicionados, se debe justificar que su transmitancia térmica cumple con los valores establecidos en la tabla 3.2 del DB-HE1. Este requisito busca limitar las pérdidas energéticas a través de elementos que separan zonas climatizadas de otras que no lo están, como garajes, trasteros o patios interiores sin calefacción.

En el contexto específico de esta intervención, donde la actuación se limita a la mejora térmica de la fachada mediante un trasdosado interior con aislamiento y la renovación parcial de un forjado, la única exigencia a justificar es el cumplimiento de los valores Ulim para estos elementos. No es necesario realizar el cálculo del coeficiente global de transmisión de calor (Klim) ni evaluar el control solar, ya que estos requisitos solo son obligatorios cuando la intervención supera el 25% de la envolvente térmica.

Intervención Superior al 25%

Cuando la intervención afecta a más del 25% de la envolvente térmica, el nivel de exigencia del Documento Básico HE1 se incrementa significativamente, ya que se considera que la actuación puede influir de manera relevante en el comportamiento energético global del edificio.

En este escenario, es obligatorio justificar que todos los elementos de la envolvente cumplen con la transmitancia térmica límite (Ulim) establecida en la tabla 3.1.1.a del DB-HE1. Esto implica evaluar no solo los componentes directamente modificados, sino también aquellos que permanecen sin cambios, lo que puede suponer un desafío si alguno de ellos presenta un rendimiento térmico deficiente.

Además, se debe calcular el coeficiente global de transmisión de calor (Klim), que permite evaluar la eficiencia térmica del edificio en su conjunto. Este valor integra la influencia de todos los elementos de la envolvente y su cálculo requiere conocer tanto la transmitancia térmica de cada componente como su superficie relativa en el conjunto del edificio. Si la envolvente presenta zonas con aislamiento insuficiente, esto podría dificultar el cumplimiento de los valores límite establecidos en la normativa.

Otro aspecto clave es el factor de control solar (qsol;jul) en los huecos acristalados. Este parámetro mide la capacidad del edificio para reducir el riesgo de sobrecalentamiento en verano, especialmente en zonas climáticas con elevada radiación solar. Para cumplir con este requisito, puede ser necesario incorporar medidas como vidrios de control solar, protecciones solares externas o configuraciones específicas de los huecos.

Por último, se debe justificar el cumplimiento de los valores de permeabilidad al aire en los huecos, lo que implica que las carpinterías exteriores deben contar con certificaciones que garanticen su estanqueidad al paso del aire. Si las ventanas existentes no cumplen con los valores normativos, esto podría obligar a su sustitución o a la implementación de soluciones adicionales para mejorar su comportamiento.

En conjunto, cuando la intervención supera el 25% de la envolvente térmica, el proceso de justificación se vuelve más complejo y requiere una visión integral del edificio. Aunque ciertos elementos no se modifiquen directamente, su inclusión en los cálculos globales puede afectar el cumplimiento normativo, haciendo necesaria una estrategia de rehabilitación que optimice el rendimiento térmico sin generar sobrecostes innecesarios.

Justificación del DB-HE0

El Documento Básico HE0 (Limitación del consumo energético) establece requisitos específicos para minimizar el consumo de energía primaria en los edificios. Sin embargo, su aplicación en rehabilitación está condicionada a la concurrencia de dos factores:

Que la intervención afecte a más del 25% de la envolvente térmica del edificio, lo que implica una mejora sustancial en su comportamiento energético.

Que se renueven las instalaciones de generación térmica, es decir, que se sustituyan o modifiquen los sistemas de calefacción, refrigeración o producción de agua caliente sanitaria (ACS).

    Si no se cumplen ambas condiciones simultáneamente, el DB-HE0 no resulta de aplicación en edificios existentes. En este caso concreto, aunque la intervención sobre la envolvente pudiera superar el 25% de su superficie, no se ha indicado ninguna modificación en las instalaciones térmicas. Por lo tanto, independientemente del alcance de la rehabilitación en los elementos constructivos, no es necesario justificar el cumplimiento de los límites de consumo energético establecidos en el HE0.

    Este criterio busca evitar que pequeñas actuaciones en la envolvente impliquen la necesidad de evaluar el consumo energético global del edificio, reservando esta exigencia para casos donde la intervención tenga un impacto más significativo en el comportamiento energético del conjunto.

    Justificación del DB-HE0

    El grado de justificación normativa en rehabilitación energética depende del porcentaje de intervención sobre la envolvente térmica.

    Si el porcentaje de actuación es inferior al 25%, la exigencia se limita a justificar que los elementos modificados cumplen con los valores de transmitancia térmica límite (Ulim) establecidos en la tabla 3.1.1.a del DB-HE1. No es necesario realizar el cálculo del coeficiente global de transmisión de calor (Klim) ni justificar el control solar (qsol;jul) en los huecos acristalados, lo que simplifica el proceso de cumplimiento normativo.

    Si la intervención afecta a más del 25% de la envolvente térmica, se incrementan las exigencias. En este caso, es obligatorio calcular el coeficiente Klim, que evalúa el comportamiento térmico global del edificio. Además, se deben justificar las propiedades térmicas de toda la envolvente, incluyendo los elementos que no han sido modificados, lo que puede generar complicaciones si estos presentan un rendimiento térmico insuficiente.

    Este criterio normativo busca garantizar que las rehabilitaciones energéticas de mayor alcance mejoren el rendimiento térmico del edificio en su conjunto, evitando que una intervención parcial descompense el equilibrio térmico del inmueble.

    Consideraciones sobre los Elementos No Intervenidos

    En este caso, la ausencia de modificaciones en la cubierta y las ventanas puede influir en la justificación del comportamiento térmico de la envolvente.

    Si la intervención afecta a menos del 25% de la envolvente térmica, la exigencia normativa se limita a justificar que los elementos modificados cumplen con los valores Ulim establecidos en el DB-HE1. Esto simplifica el proceso, ya que no es necesario evaluar el coeficiente Klim global ni el factor de control solar en los huecos.

    Si la intervención supera el 25% de la envolvente térmica, la justificación se complica, ya que el coeficiente Klim debe cumplir con los valores límite establecidos en la normativa. En este escenario, si la cubierta y las ventanas presentan valores de transmitancia térmica elevados, podrían dificultar el cumplimiento de los requisitos globales.

    Para abordar esta situación, se podrían considerar diferentes estrategias:

    Mejorar las ventanas, si su rendimiento térmico es deficiente, mediante la sustitución de vidrios o carpinterías por soluciones más eficientes con mejor aislamiento y menor permeabilidad al aire.

    Aumentar el aislamiento en los elementos intervenidos, compensando las pérdidas térmicas en otras áreas con una mayor eficiencia en los cerramientos rehabilitados.

    Evaluar mejoras en la cubierta, si técnica y económicamente fuera viable, dado que es un elemento clave en la demanda energética del edificio y su mejora podría facilitar el cumplimiento del coeficiente Klim.

    La elección de la estrategia más adecuada dependerá de un análisis detallado del impacto térmico de cada elemento y de la viabilidad de las soluciones propuestas dentro del alcance de la intervención.

    Conclusión

    La justificación del cumplimiento del CTE DB-HE en reformas parciales depende principalmente del porcentaje de intervención sobre la envolvente térmica.

    Para el caso descrito, con trasdosado interior de fachada y renovación parcial de forjado, es probable que la intervención no supere el 25% de la envolvente, lo que simplifica los requisitos de justificación.

    Dado que no se renuevan las instalaciones térmicas, el DB-HE0 no sería de aplicación. En cualquier caso, es recomendable realizar una evaluación detallada de la envolvente para garantizar el cumplimiento de la normativa vigente y optimizar la eficiencia energética de la vivienda.

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