Carlos Pallas Rodríguez | Arquitecto

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Condensación y humedad: dos problemas distintos que parecen lo mismo!

Cuando aparecen manchas oscuras en el techo, la pintura se levanta o huele a moho, lo habitual es decir: “hay humedad”. Sin embargo, detrás de ese mismo aspecto pueden esconderse dos causas completamente diferentes: la condensación o las filtraciones de agua. Y aunque ambas dejan señales parecidas, entender de dónde vienen es la clave para resolver el problema de verdad y no limitarse a taparlo.

Vamos a ver, de forma sencilla y sin tecnicismos, qué diferencia hay entre condensación y humedad por filtraciones, por qué se producen, cómo detectarlas y qué hacer para que no vuelvan a aparecer.

La condensación: cuando el aire se convierte en agua

La condensación es un fenómeno natural que ocurre a diario, incluso aunque no nos demos cuenta.
Pasa, por ejemplo, cuando sacamos una botella fría del frigorífico y se llena de gotitas. No es que la botella “sude”: es el aire que la rodea el que contiene vapor de agua, y al tocar una superficie fría, ese vapor se transforma en agua líquida.

Pues en una vivienda sucede lo mismo. El aire interior de la vivienda siempre tiene algo de humedad porque cocinamos, nos duchamos, respiramos, lavamos la ropa… Si ese aire caliente y húmedo toca una pared, un techo o una ventana fríos, el vapor se condensa en forma de pequeñas gotas.

Esto ocurre sobre todo en invierno, cuando dentro hay calefacción y fuera hace frío. También ocurre sobre todo en baños y cocinas, donde se genera más vapor, en paredes mal aisladas, sobre todo en esquinas o detrás de muebles grandes, y en vidrios o carpinterías metálicas sin rotura de puente térmico.

El resultado son manchas oscuras, moho negro y pintura deteriorada, normalmente en la parte alta de las paredes o alrededor de los marcos de ventana.

La humedad por filtraciones: cuando el agua se cuela desde fuera

A diferencia de la condensación, la humedad por filtraciones no viene del aire interior, sino del agua que entra desde el exterior. Es decir, hay una entrada real de agua líquida por algún punto de la envolvente del edificio: cubierta, fachada, suelo o incluso un encuentro mal sellado.

El agua puede filtrarse de muchas formas: a través de fisuras o grietas en la fachada o en los petos de cubierta, por juntas deterioradas en azulejos, terrazas o vierteaguas, mediante malas impermeabilizaciones o láminas envejecidas, por sellados defectuosos en chimeneas, lucernarios o marcos de ventana o incluso en suelos, cuando hay roturas de tuberías o mal drenaje.

La filtración suele aparecer tras episodios de lluvia o cuando se acumula agua en la cubierta o terraza.
Al principio puede ser una mancha pequeña, pero con el tiempo el agua penetra en el material y acaba afectando al yeso, la pintura o incluso la estructura.

Cómo distinguir una de otra

La condensación y la filtración son dos fenómenos distintos que pueden generar manchas o humedades en los edificios, pero su origen, comportamiento y tratamiento difieren de forma notable.

  • La condensación se origina por la humedad del aire interior que se condensa al entrar en contacto con superficies frías, como muros o cristales. Este fenómeno suele manifestarse durante el invierno o en días fríos, cuando la diferencia entre la temperatura interior y exterior es más acusada. Las zonas más afectadas suelen ser los techos, esquinas frías, ventanas y muros orientados al norte, donde la ventilación es deficiente y las superficies presentan temperaturas más bajas. Las manchas por condensación suelen mostrar moho negro o verdoso de aspecto seco, sin señales de agua líquida. En cuanto a su evolución, aparecen con el frío y tienden a desaparecer en verano. El tacto de la superficie afectada es frío, aunque generalmente seca al interior, ya que el problema proviene del vapor de agua ambiental y no de una entrada directa de agua.
  • En cambio, la filtración se debe a la entrada de agua desde el exterior, ya sea por lluvia, cubiertas defectuosas, grietas o juntas deterioradas. Se presenta principalmente durante épocas de lluvia o después de tormentas, y afecta a zonas expuestas a la intemperie, como techos bajo terrazas, encuentros con cubiertas, muros de fachada o juntas de carpintería. Las manchas de filtración se caracterizan por su aspecto húmedo y bordes difusos, pudiendo incluso gotear o dejar un cerco visible. Su evolución está directamente relacionada con las lluvias: permanece o empeora cuando llueve. El tacto de la superficie es claramente húmedo o incluso mojado, ya que el agua ha penetrado en el material constructivo.

En síntesis, un método práctico para distinguir ambas humedades es observar su comportamiento frente a la lluvia: si la mancha aumenta después de llover, se trata casi siempre de una filtración; si en cambio aparece incluso sin lluvia, especialmente en invierno y en esquinas o vidrios, se trata de condensación.

Por qué se producen

Condensación: exceso de humedad y falta de ventilación

Las viviendas actuales son cada vez más herméticas: se sellan bien las ventanas, se instalan aislamientos potentes y se evitan corrientes de aire. Todo esto mejora la eficiencia energética, pero también dificulta que la humedad interior salga al exterior. Si además se cocina sin campana, se seca la ropa dentro o no se ventila lo suficiente, el vapor se acumula. Al tocar superficies frías, se condensa.

La diferencia de temperatura entre el aire y la pared es el detonante principal. Cuanto más fría esté la superficie, antes se alcanza el “punto de rocío”, que es la temperatura a la que el vapor de agua se convierte en líquido.

Filtraciones: fallos constructivos o envejecimiento de materiales

En el caso de las filtraciones, el problema no está en el aire, sino en la barrera física que debería impedir la entrada de agua. Con el tiempo, las impermeabilizaciones se degradan, los sellados se resecan y las juntas se abren por los movimientos del edificio.

El agua aprovecha cualquier pequeño defecto: una grieta en el enfoscado, una junta de dilatación sin mantenimiento, una tela asfáltica vieja o mal solapada o un remate de cubierta mal ejecutado. A veces la filtración no está justo donde se ve la mancha. El agua puede recorrer un tramo largo por el forjado o por la cámara de aire hasta encontrar el punto más débil por donde salir.

Cómo prevenir la condensación

La clave está en mantener el aire interior seco y equilibrado. No se trata de eliminar toda la humedad —algo imposible y tampoco saludable—, sino de evitar que se acumule.

Algunas medidas sencillas:

  1. Ventilar cada día. Abrir las ventanas 10 minutos es suficiente para renovar el aire.
  2. Usar la campana extractora al cocinar y el extractor del baño al ducharse.
  3. Evitar tender la ropa dentro de casa, o hacerlo con ventilación cruzada.
  4. Separar los muebles de las paredes frías, al menos unos centímetros.
  5. Aislar térmicamente las zonas frías (muros exteriores, cubiertas o encuentros).
  6. Usar deshumidificadores o sistemas de ventilación mecánica controlada (VMC) para mantener una humedad relativa entre el 40 % y el 60 %.

Pequeños cambios como estos pueden marcar una gran diferencia, sobre todo en viviendas bien cerradas o con carpinterías modernas.

Cómo prevenir y reparar las filtraciones

Las filtraciones necesitan una intervención constructiva. No sirven las soluciones cosméticas como pintar o aplicar productos “antihumedad” si el agua sigue entrando.

El primer paso siempre es localizar el punto exacto de entrada. A veces se detecta con una inspección visual, pero en casos complejos se utilizan cámaras termográficas o pruebas de estanqueidad.

Una vez identificado el origen, se aplican distintas soluciones según el caso:

  • Cubiertas y terrazas:
    • Sustituir o reparar la impermeabilización (láminas bituminosas, EPDM, PVC, etc.).
    • Revisar los sumideros y desagües para que no se acumule agua.
    • Comprobar los remates en petos, chimeneas o encuentros con muros.
  • Fachadas:
    • Reparar fisuras y grietas.
    • Renovar juntas de carpintería con siliconas o selladores adecuados.
    • Aplicar revestimientos impermeables y transpirables que impidan el paso del agua de lluvia pero permitan que el muro “respire”.
  • Suelos o plantas bajas:
    • Verificar posibles fugas de tuberías o drenajes colapsados.
    • Revisar juntas de baldosas exteriores y sumideros.

Después de eliminar la causa, conviene secar bien los materiales afectados antes de repintar, ya que el yeso y la pintura pueden retener humedad durante semanas.

Por qué la gente las confunde

El motivo principal es que los síntomas visuales son parecidos: manchas, moho y olor a humedad.
A veces incluso coinciden en el mismo punto (por ejemplo, una pared exterior mal aislada que además tiene una pequeña filtración).

Además, ambos problemas suelen empeorar en invierno, cuando hay más lluvia y menos ventilación.
Por eso es fácil pensar que todo es “humedad”, sin distinguir su origen.

El error más común es actuar sobre el síntoma en lugar de sobre la causa: se pinta, se limpia el moho o se aplica un producto superficial, pero al poco tiempo el problema reaparece.
Identificar el tipo de humedad es el paso más importante para dar con la solución correcta.

La humedad en casa nunca debe tomarse a la ligera. No solo afecta a la estética, sino también a la salubridad y al estado de los materiales. El moho libera esporas que pueden ser perjudiciales y el agua infiltrada debilita revestimientos, carpinterías e incluso estructuras.

Antes de pintar o aplicar productos milagrosos, lo más importante es diagnosticar correctamente el origen. Una pequeña filtración puede solucionarse fácilmente si se detecta a tiempo, mientras que un mal diagnóstico puede multiplicar los daños.

En resumen:

  • Si el problema aparece con el frío y desaparece en verano, piensa en condensación.
  • Si empeora con la lluvia, sospecha de filtración.
    Y en caso de duda, siempre es mejor pedir la valoración de un técnico. Una buena inspección a tiempo evita reparaciones mucho más costosas después.

Espero que esta información te haya sido útil, y te animo a seguir atento, ya que cada tanto publicaré un nuevo artículo con temas relacionados que podrían ser de tu interés. Si tienes alguna duda puedes dejarme un comentario.

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